SUCEDIÓ DE VERDAD, CRÉANLO.

FERIA DE ARNEDO

2 de octubre de 2.011

Quinta novillada de feria

Novillos de: "BALTASAR IBÁN", excelentemente presentados, 1º, 3º, 4º y 6º bravos y encastados; 2º encastado; 5º mansito en el caballo, encastado rompió con calidad.

Novilleros:

SERGIO BLASCO: (burdeos y oro)

Pinchazo y bajonazo. Silencio.

Pinchazo, estocada perpendicular, aviso

y nueve descabellos. Silencio

ÁNGEL PUERTA: (verde esperanza y oro)

Dos pinchazos, estocada atravesada y descabello. Silencio.

Tres pinchazos, metisaca, casi entera atravesada

con aviso. Silencio.

FERNANDO ADRIÁN: (barquillo y oro)

Estocada trasera, aviso y descabello. Vuelta tras petición mayoritaria.

Dos orejas y rabo simbólicos, tras indultar al sexto de la tarde.

Incidencias: Algo más de media entrada en tarde calurosa incluso en el interior del recinto. Se guardó un minuto de silencio en memoria de José Antonio "El Figura", trompetista de la plaza.

Presidencia: Correcta durante todo el festejo.

Increíble pero cierto. Créanlo. He estado a punto de llorar al ver el indulto de un toro realmente bravo; la emoción pura del toro bravo me ha embargado y todavía escribo con el bello erizado al recordarlo, asomando alguna lágrima por mis ojos. Jamás olvidaré al toro "Santanero". El suceso fue "estremecedor" en los tiempos que corren hoy en día dentro de la fiesta, dónde a los que defendemos y reclamamos el toro íntegro y con casta, estamos tildados de "antitaurinos" por las bandas de taurinos y panfleteros a sueldo.

Salieron 6 "tíos", 6. Con cuajo, con pitones, y remate. Conforme iba pasando la tarde nos embargaba la emoción de la bravura, de la casta. Más de uno había ya merecido la vuelta al ruedo. Todos los matices de la bravura se esgrimieron en los cinco primeros toros (aunque fueran novillos): la emoción, la entrega, la movilidad, la calidad en las embestidas... mil matices que ustedes puedan poner. Todos serían aceptables tras el suceso de ayer. Hasta que saltó al ruedo el segundo "Santanero" del la tarde, el que hacía sexto.

Salio como un tiro, remató en los burladeros y se dejó ver para que le diésemos una ovación de salida. Largo, hondo, cuajado, ligeramente arremangadito y algo acapachado de pitones, vizco del derecho, astifino hasta decir basta... tomó el capote con codicia y largura. Toma una vara fuerte y larga, empujando y entregado en los bajos del peto con los dos pintones y la cara metida debajo del peto, (debió Adrián ponerlo de nuevo en suerte. Una lástima nos privó de ello). Fue largo en banderillas y sin dolerse, desplazándose en los capotes con largura y codicia. Lo cierran en el burladero del tres y lo cita Fernando Adrián desde el centro del ruedo viniéndose como un tren, lo pasa por detrás, le deja la muleta puesta repitiendo con codicia, por abajo y largo, muy largo. Adrián no se ciñe pero lo templa y lo deja ver. Da sitio y continua por los dos pitones con la misma calidad y viniéndose arriba por momentos. El novillo era de de ocho y nueve muletazos (haber quién es el bonito que hoy en día se los pega). No tengo duda, le comento a Javier y Juan Martín, "para mí es un toro de vacas". Lo valoramos y cuando va a por la espada Adrián nos levantamos y pedimos el indulto. Con justicia, créanlo aunque no sean "creyentes".

Pero "Santanero" fue la culminación de una tarde de TOROS de verdad. Para entonces ya habían saltado al ruedo un "Provechoso", dos "Costuritos", un "Camarino" y otro "Santanero". Por ese orden.

Con el tercero Adrián no estuvo a la altura, hay que decirlo. Derribó en el primer encuentro al caballo, y permitió que lo picasen en el de puerta, cuando ya habían levantado al jamelgo. En el de puerta empujó de veras, llevándose al caballo hasta casi terrenos de contra querencia, y empujando de verdad. Se desmonteró Raúl Adrada tras dos buenos pares. Adrián no mandó, estuvo sin sitio y se empeñó en hacerlo en el centro del ruedo cuando debió cerrar el toro un poquito más hacia el tercio, sin sobrepasar la primera raya.

Si algo hemos de decir de Sergio Blasco, es que dejó ver los dos toros magistralmente en el caballo, al colocarlos de lejos en los dos encuentros, como si estuviese tentando en el campo. De justicia es reconocérselo. Y el público lo agradeció y disfrutó de la suerte de varas (a ver si se dan cuenta de una puñetera vez). No se picó mal, hay que decirlo. Blasco toreó con temple, pero sin rematar, despegado, y sin acoplarse en el que abre plaza, que se emplea en el caballo derribando en la primera vara, acudiendo de largo, con fijeza y empujando en una segunda vara.

El cuarto lo volvió a poner en el caballo y fue una delicia ver picar a Iván García, poniendo un primer puyazo en el sitio y picando a pulso, sujetando al animal. Lo volvió a poner de lejos y toreó a caballo, citó y echó el palo trayendo picado al toro por delante, con la puya clavada en la base del morrillo. Como se debe hacer. Ovación al picador y otra debió dársele al novillero por lidiarlo como merecía. Luego Blasco no estuvo a la altura del novillo.

Ángel Puerta permitió una lidia pésima al segundo de la tarde, que se quedaba corto y buscaba por abajo. Toma una varita dejándose (fue el único flojo de la tarde, pero que suplió con casta), rompió a bueno, con importancia. Puerta estuvo muy por debajo del novillo. Desbordado, basó la faena en la mano izquierda, pese a demostrar el novillo en una tanda, que el bueno era el derecho. En fin, cosas de los toreros.

En el quinto quiso enmendarse un poco, pero no pudo con el mansito, que rompió con casta, desbordándole en todo momento y sorprendiéndole en otros.

Créanlo, toros bravos ayer en Arnedo... bravos de verdad, sin ambages ni tonterías. Y el toro indultado, con todo el merecimiento. Créanlo... me voy a la cama como levitando; con "Santanero" en mi memoria, y una gran novillada de BALTASAR IBÁN que pondré como paradigma de lo que es el TORO y LA BRAVURA.