PORTÓN DE TORILES

PORTÓN DE TORILES
"POR UNA FIESTA ÍNTEGRA"

domingo, 11 de septiembre de 2011

DEMASIADA MÚSICA

FERIA DE PERALTA
10 de septiembre de 2.011
Cuarta novillada de abono

Novillos de: “CAMBRONELL HNOS.”, muy bien presentados, de juego variado, manejables en conjunto, debieron desorejar a más de uno.
  • 1º- manso, soso, descastado y rajado
  • 2º- manso, enrazado
  • 3º- encastado
  • 4º- manso, descastado
  • 5º- encastado
  • 6º- encastado, noble y manejable.

Novilleros:
MARTÍN NÚÑEZ: (burdeos y oro)
Agresión. Silencio
Pinchazo; aviso y casi entera trasera. Silencio

PASCUAL JAVIER: (fucsia y oro)
Estocada rinconera. Saludos.
Bajonazo. Oreja.
JOSÉ IGNACIO RODRÍGUEZ: (grana y oro)
Estocada casi entera. Silencio
Pinchazo y casi entera con aviso. Silencio

Incidencias: Martín Núñez y Pascual Javier sustituían a Pablo Belando y “Gallico Chico”, no sabemos el por qué puesto que en taquillas no había partes medícos ni nada que se le pareciera dando cumplida cuenta de los motivos. Menos de media entrada en tarde de calor bochornoso. Se desmonteraron Miguel Arco y Raúl Blazquez tras banderillear al 1º y 5º de la tarde respectivamente.

Presidencia: correcta a cargo de D. Carlos Calvo, asesorado en lo artístico por D. Javier Campo. Que acertaron indicando que solamente saliese un caballo de picar al ruedo, a partir del segundo novillo de la tarde.

Ni la charanga Bakerías con sus magníficas interpretaciones, aunque hay que decir que hubo demasiada música para tan pocos hechos, ni tampoco la “expectarosa” novillada de Cabronell han levantado, de mometno, el poco exitoso ciclo de novilladas que llevamos este año. Se quedaron más en fachada que otra cosa.

Bonitas láminas que quedarán en el recuerdo de los "miles y miles" de “fotógrafos”, que desde que se inventaran las cámaras digitales, inundan la geografía del toro bravo y especialmente los corrales de la plaza de toros de este pueblo. De todos es sabido que el toro en el campo es uno, en los corrales otro y en la plaza otro. Ahora deberíamos añadir que en las fotografías es también otro, puesto que con los programas de retoque que hoy en día existen, al toro también se le puede hacer una cirugía estética con liposucción y todo.

Tampoco sabemos la circunstacias por las cuales se cayeron del cartel los anunciados Belando y “Gallico chico”. Quizá una descomposición de última hora, quizá una torcedura de tobillo, quizá, quizá, quizá...

En la novillada hubo de todo, desde el los encastados 3º, 5º y 6º, de los que tampoco podemos decir que hiciesen una pelea para decir que fueron bravos, yo los dejaría en brabucones puesto que aunque empujaron y se dejaron en una primera vara, se fueron sueltos de la segunda, pasando por los masitos y rajados 1º, 2º y 4º. En cualquier caso todos tuvieron cierta querencia a la puerta por dónde habían entrado a los corrales en dos ocasiones, una en el desencajonamiento y otra en el encierro. Y solamente el quinto buscó con claridad los medios para morir. Tampoco las pésimas lidias que hubo fueron como para fijar a los novillos y como para que mejoraran sus comportamientos. Lamentables actuaciones de las cuadrillas y del picador del tercer novilllo de la tarde, el cual se caía, literalmente, creánlo, del caballo. Nunca vi cosa igual, aunque viendo cómo está el toreo tampoco me extrañaría que este señor se vistiese para hacer bulto en la cuadrilla.

Martín Núñez tuvo el peor lote del encierro que no dio opción a luciemiento alguno. Los dos con querencia a toriles, donde fueron a parar y de donde no salieron, aunque intentó tirar de ellos para afuera. Un primer novillo manso y soso con el que no se confío en ningún momento de la lidia, y un cuarto que dijo que “aquí me las den todas” y “el que quiera algo que venga a mi casa”. En cualquier caso, horriblemente lidiados por una cuadrilla incompetente.

Pascual Javier tuvo dos novillos exigentes, muy parecidos en todo, mansito enrazado el colorado que hacía segundo de la tarde, y brabucón encastado el que hizo quinto. Los dos exigieron mando, temple y firmeza, que Pascual no tuvo, excepto en una tanda de naturales realmente buenos al quinto mediada la faena y en terrenos de tablas. Intentó sacarlo más para fuera pero ahí no fue tan capaz y tampoco era el terreno del toro, que para mi era en el tercio opuesto a chiqueros . En este novillo dejó un bajonazo y la presidencia concedió un trofeo más por la tardanza en arrastrar al novillo que por otro motivo.

Sin duda el lote de la tarde fue a parar a manos de José Ignacio Rodríguez, un novillero verde, muy verde, con escaso bagaje de novilladas toreadas, de lo que dio muestra indudable. Como de indudable incompetencia dio muestra la cuadrilla, de la que me guardaré hacer comentarios.
Un tercer novillo con un excelente pitón derecho, al que no se acopló en ningún momento, como tampoco lo hizo por el izquierdo. Quiso dar distancia pero no hubo mando ni poder, fue desbordado continuamente, por la falta de oficio. Fatalmente picado, si podemos decir que aquello fue algo parecido a picar un toro, con un picador que no se sostenía en el caballo, algo para ver.
Con el que cerraba plaza (un tío) de nuevo quiso y no pudo, desaprovechando la calidad de las embestidas de un novillo noble, encastado y manejable. Si algo positivo podemos decir de este chaval es que no se arredró, pese a su poco oficio.

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