PORTÓN DE TORILES

PORTÓN DE TORILES
"POR UNA FIESTA ÍNTEGRA"

jueves, 30 de septiembre de 2010

JIMÉNEZ FORTES ¡TORERO!

Arnedo 30 de septiembre de 2.010
3ª de abono

Se lidiaron novillos de "BALTASAR IBÁN" desiguales pero bien presentados, con muy poca fuerza y descastados.

Jiménez Fortes (azul pavo y oro) vuelta tras aviso y vuelta
Juan del Álamo (añil y oro) oreja y silencio
José Miguel Valiente (purísima y oro) silencio y silencio

Presidencia: a cargo de J. Pedro Orio asesorado por Noelia Moreno, cumplieron bien con su cometido.

Incidencias: Algo más de un tercio de plaza en tarde soleada y ventosa en el exterior del coso. Buena temperatura dentro. Vamos a picotazo por novillo. La suerte de varas estás siendo un mero trámite cuando no inexistente. Los aplausos y ovaciones que se están dando a algunos novillos son excesivos.

Hace unos años, venir a la feria de Arnedo era venir a una feria con argumentos sólidos, en el que los novilleros venían con ganas de ser torero, y las ganaderías que se seleccionaban, raramente dejaban indiferentes a los aficionados. De unos años a esta parte, esto ha cambiado y la vulgaridad que impera, por desgracia, en la fiesta, se está instalando también en el "zapato de oro". La nueva instalación "multiusos" (que horrible nombre, parece nombre de limpiahogar), no ha caído bien a la salud de los novillos. El "virus" de la invalidez y el descastamiento, parece instalado en los aposentos de los animalitos, y con el frescor de la noche parece atacar y hacer mella en su salud. Así los "ibanes", que con tanto ansia esperábamos los aficionados, salieron con el mismo defecto que sus "compis" de las ganaderías anteriormente lidiadas. Es decir: la escasez de fuerzas y el descastamiento generalizado. Ni si quiera el "Bastonito" lidiado en cuarto lugar hizo honor a tan "ilustre" nombre entre los bóvidos.
Si algo hay que destacar por encima de todo de la tarde de ayer es, sin lugar a duda, las ganas de ser torero, el aplomo, la quietud, el temple y el buen gusto para torear con ortodoxia y pureza de Jiménez Fortes.
Se lució a la verónica en el que abrió plaza, toreando con gusto, echado la pata "palante" y rematando en los medios con una media. Fue cogido feamente al hacer un quite por chicuelinas, sin ninguna cosecuencia. Entendió muy bien al novillo y dio distancia para dejar la muleta en la cara y ligar con temple varias series por ambos pitones, que el público no vio. Quizá por eso tuvo que tirar de toreo accesorio para ver de intentar calentar al público, pero la ortodoxia sin aspavientos y ni mentira, no fue suficiente en una faena en la que, además, tuvo que hacer de enfermero. Pinchó antes de dejar una estocada contraria y escuchar un aviso. Dio una meritoria vuelta al ruedo.
Con el cuarto, de nombre "BASTONITO", el aficionado esperaba, soñaba, con aquel otro. Mientras daba la vuelta al ruedo Jiménez Fortes, los aficionados que compartimos localidad, recordamos al "César" jugándose la vida sin trampa ni cartón aquel San Isidro. Pero... los sueños, sueños son. Y éste no fue aquél. El novillo se vino a menos, habiendo recibido un puyazito sin emplearse y dejándose. Jiménez Fortes se entretuvo en TOREAR bajando mucho la mano, por ambos pitones, y logrando muletazos lentos y cadenciosos, hasta el punto de casi parar el reloj. Tengo que confesar que caí rendido a sus pies. Hacía muchos años que no veía torear a un novillero tan despacio. Pero el público, contaminado por tanta vulgaridad, parece no estar preparado para ver otra cosa que no sea toreo tremendista, pares al violín y bajonados bochornosos. Yo, lo seguiré esperando y estaré pendiente de este torero. Y quizá, la próxima tarde me decepcione, o no este bien, y lo "cantaré". Pero habíendole visto de lo que es capaz ...
El resto de la tarde, incluida la oreja que cortó Juan del Álamo al segundo de la tarde, careció de importancia alguna. Del Álamo se dedicó a torear fuera de cacho, tirando líneas para fuera y sin rematar un solo muletazo, además de no decir nada.
Cerraba la terna José Miguel Valiente, que con el rebrincado tercero, no se acopló a la embestida y con el que cerraba plaza, el único que fue al caballo de lejos, nos privó de un segundo puyazo colocando al novillo de lejos. Fue una pena, porque parecía que la tarde se iba a cerrar con un buen novillo, pero siguió a un banderillero y chocó con el testuz en el canto del burladero de forma muy fea y con violencia. A partir de ahí el toro se paró, dando la sensación de haber acusado el golpe.
Destacar un buen par del subalterno Juan Parra (palomo de Albacete) en el tercero de la tarde, por el que hubo de desmonterarse. Y una ovación a Diego Aparicio por el buen puyazo, de ejecución y colocación, administrado al sexto. Se le tributó una ovación cuando abandonaba el redondel.
P.D.
Los aficionados, comentamos y estamos avergonzados de leer lo que escriben ciertos "juntaletras" que en lugar de pagar entrada, parece que se tienen que ganar el pase para el siguiente festejo, y si es en un burladero del callejón mejor.

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