Una lástima que el toreo ande como anda. Una lástima que mientras unos anda "toreando" (sería mejor decir sumando tardes) y vendiéndonos la mercancía barata que traen, y que además se lo creen porque los engañan con adulaciones falsas y gritos incoherentes desde los callejones en ferias de "postín", otros anden por pueblos perdidos de la mano de Dios toreando lo que salga y de cualquier manera porque esto está como está.
Ayer vi dos chavales que me gustaron mucho (y quien me conoce es sabedor que no soy palmero de nadie, es más huyo generalmente del lado del taurineo), dos chavales que si esto fuera de ley, y la crítica seria, se reclamaría para ellos puestos en más festejos, en detrimento de los que sólo van a sumar y a esperar la alternativa con alguna cámara de tv de por medio...
La localidad era Lodosa (Navarra), en el cartel anunciados Javier Marín y Alejandro Pavón, ante un encierro de "Los Recitales", justitos de presencia los dos primeros y el sobrero que regaló Marín; más cuajados 3º y 4º, en el que saltaron dos novilletes de buena nota y comportamiento bravo y noble. El 3º premiado con la vuelta al ruedo, merecidamente, pues tomó dos puyazos en contraquerencia metiendo los riñones y empujando de verdad al caballo. Marín lo lució a la perfección dando distancia, andándole por la cara y templando tandas por ambos pitones francamente sensacionales. Todo ello en el sitio, cruzado y dejando la muleta puesta por delante. Incluso se sintió y gustó, con firmeza, bien asentada la planta en la arena lodosana. Verdaderamente, me sorprendió, porque el novillo a cualquiera lo hubiese desbordado. Tampoco se escapa a la hora de matar, aunque hay que ir perfeccionando esa espada. Le convendría leerse "El toreo puro" de Rafael Ortega, (a este y a todos...). Dio la vuelta al ruedo. Mismo "trofeo" que le fue otorgado al novillo.
Con el que abrió plaza, un animalito que era poquita cosa y que no anduvo sobrado de fuerza, Marín estuvo firme e intentado hacer las cosas bien, logrando incluso hacer que el novillo no se cayera y pareciese mejor que lo que realmente fue. Lo mismo que en el sobrero que regaló, que fue calcado al primero, cortándoles una oreja a cada uno.
Alejandro Pavón fue otro que me sorprendió gratamente por tener ganas de ser torero, de querer decir algo,y sobre todo por esa mano izquierda que manejó con temple y soltura en sus dos oponentes.
Ante el 2º de la tarde fue haciendo al toro hasta lograrle muletazos más que estimables por el pitón izquierdo. Y con el 4º, el otro toro bueno del encierro, planteó una faena con constantes cambios de terrenos, lo cual vino de perlas al novillo. Una oreja cortó a cada novillo y fue suficiente para salir por la puerta grande.
No estoy de acuerdo con que se sacase al mayoral a hombros pues, aunque fue buena la novillada para los toreros, hubo tres novillos insignificantes de presentación, justos de fuerza, rozando la invalidez.
Y una lástima que la ocupación de los tendidos sólo fuera de 300-400 personas. Como para que salgan las cuentas. Aquí, algo no cuadra... O se hace algo de verdad o esto está sentenciado a morir en una lenta agonía, donde cuatro mafiosos se están llevando el dinero en mano a manos "chirigoteros" y matando el toreo, la fiesta y la seña de todo un país... Y ahora que venga el "periodisto" de turno a lavarles la cara...
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