VALORACIÓN DE LA FERIA DE TAFALLA (Navarra)

Terminada la feria de Tafalla 2.011, cabe hacer una valoración de lo acaecido durante la semana pasada en el coso más que centenario de la localidad navarra. 
Comenzábamos ilusionados la feria ante unos carteles que atraían en el aspecto ganadero, a la postre principal argumento de la feria. Así, se anunciaban corridas de ADOLFO MARTIN, PRIETO DE LA CAL y LOS RECITALES, y una novillada del hierro navarro de SANTA FE MARTÓN. Todos los festejos de a pie, que son los que reseñé, mantuvieron la espectación de principio a fin, con más o menos argumento cada uno de los animales lidiados, pero teniendo en cuenta que lo que allí había no era "tontería".

De los actuantes podríamos decir sin duda alguna, que quien más quien menos, han pasado de puntillas por la feria, y han dejado pasar toros para un triunfo mayor, y de mayor resonanancia. 
Por número de trofeos, el triunfador  ha sido  Rubén Pinar, que se ha llevado tres de los nueve trofeos cortados a lo largo del ciclo (sin contar la corrida de rejones) . El resto se las repartieron a oreja por coleta, Antonio Ferrera, Paco Ureña, Javier Castaño y Salvador Cortés por parte de los matadores, y una cada uno el novillero navarro Javier Antón y la peruana Milagros de Perú.

Así, el lunes día 15 de agosto, dio comienzo la feria lidiándose una corrida de ADOLFO MARTÍN, muy bien presentada, con toros que hubiesen pasado sin ningún problema el reconocimiento en cualquier plaza de primera categoría. Tan sólo la falta de fuerza fue el signo negativo de esta corrida, en la que saltaron dos ejemplares de excelente condición como fueron 3º y 6º de la tarde, a los que "Joselillo" no se acopló ni cogió la medida en ningún momento.

Al día siguiente se lidió una novillada del hierro navarro de SANTA FE MARTÓN, de Villafranca, en el que la buena calidad de los novillos, en general enrazados y con casta, estuvo reñida con la falta de fuerza. La terna estuvo muy por debajo de la novillada a la que no se le dio la distancia que pedía, siendo lidiada fatalmente y picada peor, por los subalternos de a pie y a caballo.

El viernes 19 saltaron al ruedo tafallica los Veraguas de PRIETO DE LA CAL. Corrida esperada por los firmes argumentos que nos viene dando los últimos años, en los que vamos viendo el fruto de un buen trabajo del ganadero por recuperar la casta. Una lástima que no fuese mejor lidiada por parte de las cuadrillas. La corrida resultó interesante, entrando a última hora en el cartel el murciano Paco Ureña, en sustitución de Francisco Marco, que junto a Israel Lancho y el soriano Rubén Sanz, que no estuvieron a la altura de la corrida, especialmente este último, pasando por la feria con más pena que gloria.

Dos toros importantes en esta corrida que hicieron 4º y 6º, y uno con poder, y no menos importante, que hizo 3º, fue bagaje más que suficiente para no defraudar a los aficionados, que de distintas partes de España, Francia e Italia, vinieron a ver hasta esta tierra navarra.

El empresario Felipe Sota y Salvador ganadero de Los Recitales

En esta corrida hay que añadir un primer toro que prometía, que dio síntomas de bravura durante el tiempo que estuvo en el ruedo, y que fue muy mal tratado por los subalternos desde el momento en que salió por la puerta de toriles, haciéndole rematar en los burladeros, y sacando capotes por encima de la barrera, estrellándose con estrépito el animal. Con esto el toro salió del peto con un pitón roto por la cepa, que hizo que se devolviese a los corrales y saltase un sobrero del mismo hierro.

Cerró la feria un más que interesante encierro de la ganadería de LOS RECITALES. La corrida venía precedida de dos petardos importantes que esta ganadería había dado esta temporada en sus compromisos de más relevancia, tanto en Madrid el Domingo de Resurrección, como la noche anterior en Málaga. La corrida de Tafalla no tuvo nada que ver con el comportamiento de las dos citadas anteriormente, siendo ésta encastada, con cuatro toros (1º, 3º, 4º y 6º) bravos, concediéndose la vuelta al ruedo al excelente 6º. 


Extraordinario colofón, a una feria venida a más durante los últimos años en la que se nota que la mano del aficionado está haciendo un trabajo importantísimo, y demuestra una vez más lo que tantos opinamos al respecto. No ha habido figuras del "G-10", ni las hemos echado en falta, yo por lo menos.

Y si la crítica de las actuaciones de cada matador quedó reseñada y se hizo midiendo a todos por el mismo rasero, puesto que el toro no entiende de paisanajes, de grupos, ni de "ges-10", justo es decir que, cuando menos, los que vinieron  se anunciaron en unos carteles a los que  nadie de ese "grupo-10", quiere asomarse. Digo esto porque soy conocedor de los problemas que hay para rematar los carteles en ferias con personalidad propia, y principalmente en ésta, por el tipo de ganado que se lidia.

En definitiva, la feria que a priori se presentaba interesante, mantuvo ese interés, e indudablemete dejó el listón bastante alto para próximas ediciones.

Porque lo visto en Tafalla, fue un lujo. Mi enhorabuena para la empresa y la ciudad que... sabe sin duda, lo qué quiere.