TOROS CON PERSONALIDAD

FERIA DE TAFALLA

19-08-2.011

Quinto festejo de abono

Toros de: “PRIETO DE LA CAL”, desiguales de presentación y variados de juego, 1º, devuelto al romperse un pitón en el peto del caballo; 1º “bis” enrazado, justo de fuerza, a la defensiva; 2º enrazado; 3º manso enrazado; 4º encastado, noble y manejable; 5º enrazado; 6º encastado, noble y con clase.

Toreros:

PACO UREÑA: (purísima y oro)

Dos pinchazos; aviso,; pinchazo hondo y descabello. Silencio

Bajonazo. Oreja

ISRAEL LANCHO: (azul marino y oro)

Pinchazo y casi entera atravesada. Vuelta tras leve petición.

Pinchazo y bajonazo. Saludos.

RUBÉN SANZ: (Blanco y oro)

Pescuecera baja y diez descabellos. Pitos.

Pinchazo y bajonazo. Pitos de despedida.

Incidencias: Tarde bochornosa con media entrada del aforo cubierta. A partir del cuarto de la tarde comezó llover con intensidad en ocasiones, y con el sol fuera. El murciano Paco Ureña sustituía al lexionado Francisco Marco.

Presidencia: Cumplió con su cometido correctamente. Fue generosa en la devolución del primero de la tarde, no teniendo obligación de hacerlo, puesto que el toro se rompió el pitón izquierdo durante la lidia.

El segundo de la tarde acudiendo al caballo

Anunciarse con una corrida de Prieto de la Cal, es anunciarse con una corrida de toros de verdad. Es garantía de que el aficionado no se va a aburrir. La ilusión que tenemos los aficionados de muchas partes de España, por que esta ganadería levante el vuelo y nos ofrezca el toro por excelencia, no decae. Antes al contrario, como lo demostró que en los tendidos hubiese aficionados de no sólo de Tafalla y de la Comunidad Foral de Navarra, sino que además pudimos ver aficionados de Aragón, la Comunidad Valencia, País Vasco y del país vecino, Francia.

El que mejor acertó a definir los toros de Prieto de la Cal fue sin duda un aficionado aragonés, que los definió como “toros con personalidad”. Y no le falta razón, cuando hoy en día el toro nos lo están haciendo de “molde”, es decir, todos iguales. No entraré en definir esta expresión. La dejaré para este invierno, cuando las tardes de otoño, o los días de frío y lluvia, inviten a estar recluido en casa junto a un cafelito mirando por la ventana, cuando los aficionados echemos en falta las tardes de toros y sólo nos quede el vídeo o escribir nuestras opiniones. Porque... en el fondo cuando termina la temporada y llevamos quince días sin hablar, ni ver toros, por mucho que digamos, suframos, y nos decepcionemos, esto es un veneno y ya lo echamos en falta.

Primero denunciar públicamente a esos subalternos que sacan la puntita del capote, o sacan el capote desde el callejón para llamar la atención del toro, para que se estrelle y se rompa más si cabe. Fue el caso en varios de los toros de ayer por la tarde. Al primero le dejaron la puntita fuera del burladero y se estrelló, quedando patas arriba y dando la impresión de haberse descordado. No resultó extraño pues, que tras el primer encuentro con el caballo saliese con el pitón partido por la cepa, acusando ese fuerte golpe.

Y fue una pena, porque ese primero tuvo fijeza en el capote, metiendo con clase la cara. Fue devuelto, sin obligación, pero con buen criterio.

En segundo lugar, es imperdonable que en una corrida que se anuncia un premio importante para el mejor picador, no se coloquen los toros en suerte como es debido, ni se haga nada por picar con corrección. Ayer sólo se hizo en una ocasión, en el cuarto de la tarde.

El primero bis, fue un toro enrazado, que intentó saltar al callejón de salida, (como lo hicieron varios a lo largo de la tarde), recibiendo un puyazo con fijeza y recargando, pese a la poca fuerza que tenía. Tuvo el defecto de frenarse siempre en los embroques con los engaños, al que Ureña no cogió la distancia, ni acertó en ningún momento a templar, ni mandar en las embestidas.

Con el cuarto, y bajo la lluvia que nos visitó con intensidad y por momentos a partir de este toro, Ureña estuvo más cruzado y más dispuesto, pero el toro pedía más distancia, sin dársela el matador. Cumplió este cuarto en el caballo, en dos varas, viniéndose de largo. Fue el único que se colocó aceptablemente en el caballo, e indiscutiblemente fue el de mejor comportamiento en varas, siendo aplaudido en el arrastre.

Israel Lancho fue prendido feamente por el segundo toro de la tarde, que no tomó mal el capote, pero que en un descuido y por su querencia a chiqueros se le metió por dentro , siendo prendido muy feamente y pasando un momento de angustia. El toro toma una vara con fijeza y un picotazo, luciendo buen son en banderillas. Lancho comienza bien la faena pudiendo al toro con unos estatuarios y ayudados y remates por bajo con torería. Cita correctamente pero no baja la mano. Está claro que no se confía, y es a partir de la segunda tanda cuando acorta las distancia y es desbordado. Sinceramente, para mi, el toro tenía más fondo del que hizo ver Israel Lancho.

Con el quinto, estuvo encimista ante un toro cuajado, que de nuevo pidió distancia.

Rubén Sanz no se confió con el sexto.

Completaba la terna el matador de toros soriano Rubén Sanz, que sin duda se llevó el lote de la tarde. Su primer oponente, codicioso de salida, toma una vara y dos picotazos más, sin ningún celo y saliendo suelto del caballo. Escarbó y tuvo el defecto de cortar en banderillas. El toro, exigente, pedía que le pudieran por bajo, sin lograrlo el soriano. Sainete a la hora de matar, y es abroncado.

Ante el que cierra plaza, el de mejor condición de la tarde, encastado y noble (aunque maso en el caballo, pues salió suelto de los dos encuentros) de nuevo Sanz, no tuvo el valor suficiente para estar firme y quieto, ante un toro que hacía el avión y se desplazaba por ambos pitones  siendo ovacionado en el arrastre.

En definitiva, sin ser una corrida para la historia, siendo una más, Prieto de la Cal nos hace seguir confiando y no nos aburre, porque como dijo el buen aficionado aragonés, es un “toro con personalidad”.