LODOSA ESTÁ CONSTERNADA

Se notaba en el ambiente.

Hay una anécdota  de una conversación entre ganaderos de antaño, que podría servir como anillo al dedo a la novillada de ayer por la tarde en la ciudad de los "piquillos". Hablaban de toros, en una de sus tertulias de no se qué Círculo, varios ganaderos entre los que se encontraban los herederos de Concha y Sierra, Miura y algunos otros. Todos opinaban y Don Felipe de Pablo Romero escuchaba y callaba. En un momento dado interviene Urcola y dice:

- Yo creo que nosotros, los criadores de reses bravas...

Entonces don Felipe de Pablo Romero le interrumpe y apostilla:

- ¿Le parece a usted que lo dejemos en toros de lidia?

Sobran las palabras...

Impresentable, inválida y descastada son los calificativos más moderados que se le puden poner a la novillada de ayer por la tarde en Lodosa (Navarra).  Y si le añadimos lo "sospechoso" de los pitones, apaga y vámonos. La presentación para una novillada sin picadores, que ayer sobraron.

En un ambiente un tanto frío y enrarecido, de consternación, como ya he dicho más arriba,  con menos un tercio de entrada, se inició ayer la novillada anunciada. Novillos de JUAN PEDRO DOMECQ y TOROS DE PARLADÉ para VÍCTOR ABAD, JAVIER JIMÉNEZ y JESÚS DUQUE.

Poco o nada podemos decir de cada uno de los novillos, que no haya quedado reflejado en los tres calificativos con que he iniciado esta breve reseña. Escepto 4º y 5º, que tuvieron más movilidad inicial, pero sin ningún fondo, terminaron igual que sus hermanos, a la defensiva y parados, permitiendo a los actuantes darse lo que ahora llaman "un arrimón". Lo mejor de la novillada la estocada de JAVIER JIMÉNEZ al segundo de la tarde.