PORTÓN DE TORILES

PORTÓN DE TORILES
"POR UNA FIESTA ÍNTEGRA"

miércoles, 17 de agosto de 2011

LA FUERZA NO APARECE POR TAFALLA

FERIA DE TAFALLA
16-08-2.011
Segundo festejo de abono
Novillos de: “SANTA FÉ MARTÓN”, bien presentados y rematados, desiguales por delante. El denominador común de la novillada fuer la poca fuerza. 1º manso, enrazado; 2º noble, encastado; 3º soso, descastado; 4º y 5º enrazados; 6º encastado.
Novilleros:
JAVIER ANTÓN: (blanco y oro)
Bajonazo con derrame. Oreja
Cinco pinchazos y una agresión. Leves palmas con saludo.
MILAGROS DE PERÚ: (nazareno y oro)
Bajonazo, pinchazo, aviso y descabello. Saludos
Pinchazo y estocada. Oreja
FABIO CATAÑEDA: (rosa y oro)
Tres pinchazos, aviso, estocada contraria. Silencio
Estocada trasera contraria. Silencio
Incidencias: calor bochornoso y media aforo ocupado.
Presidencia: generosa en la concesión de trofeos. Los avisos debieron sonar mucho antes.

Antón dando la vuelta
 en el primero de la tarde
al que cortó una oreja
La ley de igualdad no sirve para los toros. Y léase como quiera porque el toro cuando sale por la puerta de toriles no pregunta si es usted “Don” o “Doña”. Como tampoco pregunta si es usted de “casa” o de “fuera”. Quizá la ex-mistra Aído, se dejó de matizar en esa ley, que ésta no servía para la fiesta de los toros. Se imaginan, tener que cumplir la ley en la fiesta de los toros. Habría que modificar muchas cosas y aspectos de la fiesta. Acartelar, por ejemplo, dos toreros y dos toreras, o uno y una. Quizá hasta obligar a lidiar tres toros y tres vacas.

Ayer quedó demostrado que el toro no entiende de género, ni de paisanaje, ni de tonterías. Y así, a la señorita torera le pudo costar muy caro, pues fue cogida de muy mala manera en dos ocasiones y en sus dos novillos, recibiendo una cornadita en el quinto.

Sexto novillo de la tarde
El “secreto” de la novillada de ayer fue la distancia el cite, cruzado y de lejos, rematar el muletazo y dejarla puesta para ligar, dar dos muletazos o tres a lo sumo y el de pecho. Andar por la cara a los novillos, darles su tiempo y volver a ponérsela. La novillada tuvo el denominador común de la poca fuerza, con novillos de toda condición, como queda reseñado en la ficha del festejo. Y si la fuerza fue el punto negro, también tuvo su “punto blanco”, y este fue que los novillos tuvieron calidad en la embestida, y dejaron claro que tampoco querían tonterías ni errores.
Se vinieron con buen son cuando se les dio distancia, pero ninguno de los noviller@s acertó a mandar en los muletazos ni entendieron a sus novillos. Y es que, no me cansaré de repetir hasta la saciedad, que no se puede venir con las faenas hechas desde la cocina de casa. Hoy creen que todos los toros son iguales, creen que todos los toros tienen la misma lidia y que si no sirven para “su” faena, el toro es malo y no “sirve”. Y lo único que están consiguiendo es aburrir soberanamente al aficionado. Sumado todo esto, a la exigencia de los toreros, de quitarle al toro toda su esencia: la movilidad (el motor), y la casta (la bravura).

La novillada estuvo por encima de los tres novilleros, pese a su poca fortaleza de salida, y en los caballos. Alguno, como el sexto se vino arriba en banderillas, pero nadie supo qué hacer con ellos.

El navarro Antón se llevó el primer apéndice de la tarde, tras una faena sin mando, a un novillo mansito pero con raza, al que no remató ni un solo muletazo, dejándole siempre la puerta abierta y tomando este las de Villadiego. Dejó algún muletazo de buen trazo pero la faena no tuvo ningún fundamento. No le cogió el aire ni se cruzó en los cites. Se le concede la oreja sin más criterio, a mi parecer, que ser de “casa”.
Con el cuarto de la tarde más de lo mismo, ante un novillo de excelente calidad en la embestida pero con muy poca fuerza.

Milagros de Perú” recibió a su primero a “portagayola”, para luego ser desbordada en todo momento por sus dos oponentes, que la voltearon de fea manera sin miramiento de si era usted señorito o señorita, pudiendo haber tenido peores consecuencias. Su primero fue un novillo noble pero no tonto, con calidad en las embestidas, habiendo quedado el “secreto” de la lidia anteriormente reseñado. Fue desbordada en todo momento. El quinto era para “hombres” (que me perdonen la señorita Aído y las feministas recalcitrantes), pero a la raza había que añadirle el peligro y que no iba perdonar ni un solo error. En lugar de sacarlo a los medios y poderle, y si bien el novillo no tenía mucho fondo ni faena, ésta la planteó en tablas y el novillo no le perdonó a la primera de cambio. Recibió un puntazo en la corva de la rodilla derecha y pasó a la enfermería tras pasear una oreja, concedida suponemos que haciéndole “honor” a la ley de igualdad.

Cerraba plaza Fabio Castañeda, que debutaba con picadores, al que le vino excesivamente grande la novillada. Puso banderillas, incluido par al “violín”. Porque si quieres ser matador banderillero y no pones un par al “violín”, hoy en día no eres nadie.

No hay comentarios:

Publicar un comentario