PORTÓN DE TORILES

PORTÓN DE TORILES
"POR UNA FIESTA ÍNTEGRA"

viernes, 11 de septiembre de 2015

AL PAN... PAN...

Salir de los toros con ganas de volver, es una cosa que sucede muy pocas veces en los tiempos que corren. Y más cuando los que hemos ido  de plaza en plaza buscando la CASTA, salimos decepcionados tarde tras tarde hartos de tanta vulgaridad en todos los aspectos que conforman la lidia, el toreo y el toro. Ayer vivimos en Peralta una tarde que me atrevo a catalogar como histórica para nuestra plaza. Y es que, siendo sincero, y repasando esta noche la ya larga historia de esta plaza, he decir que, no encuentro en mi "archivo" una novillada brava y encastada como la que tuvimos la suerte de ver ayer. 
Ayer, la "Ganadería de Pincha" puso en el coso de Peralta todo lo que, en principio, debe de tener cualquier festejo: seriedad, trapío e integridad.  La presentación era de nota muy alta, que es por donde hay que empezar. Dar la sensación de que allí puede ocurrir algo; de que allí hay emoción, y que sin duda la pone el TORO. La novillada de ayer, y que pudo ser vista por muchas personas en el vídeo promocional que se hizo antes de fiestas, y en el desencajonamiento, hizo que la plaza registrara tres cuartos de plaza largos en los tendidos, y que nadie saliera decepcionado, como lo hicimos el domingo. El público y el aficionado acudieron al grito de: "hay toro"; después saldrá lo que quiera, como se suele decir, pero en principio, "hay toro"....  Y el TORO (en este caso el novillo), puso todos los alicientes para que nadie aburriese ayer. Puso CASTA.... Y lo que es más difícil: puso BRAVURA. 

Muchos miramos siempre la procedencia de las ganaderías antes de ir a ver tal o cual festejo, y por lo general, si dicha procedencia viene de la estirpe bodeguera de "Domecq", vamos ya con la predisposición de que allí lo único que podemos ver es borreguez, invalidez y el toro hecho para que disfruten las figuritas del toreo y sus autobuses de pelotas y aduladores. Y lo de ayer, de procedencia Gerardo Ortega y Marqués de Domecq, a muchos no nos hubiera llamado la atención para ir, de haberse lidiado fuera de la plaza de nuestro pueblo. La novillada fue un "desecho" de casta y brabura, con matices diferentes en cada uno de los novillos que fueron saltando al ruedo, recibidos cada uno con una ovación bien merecida. Y vendieron su vida exigiendo credenciales a los actuantes, que si bien no estuvieron a la altura, he de decir que merecen todos mis respetos, por anunciarse y ponerse delante de un auténtico corridón de toros, como no lo ha visto ninguna figura del toreo en esta temporada, ni en muchas a lo largo de sus carreras. Por tanto, en principio y desde aquí, mis respetos a la terna de actuantes; y quede claro que yo no juzgo personas, sino toreros. Y los tres toreros, pecaron del mismo error, de no dar distancia a sus novillos, que a mi juicio era el "secreto" para lo que tenían delante. Las distancias fueron fundamentales y en ningún caso acertaron con ellas, acortando siempre éstas, sin terminar de poderle a la novillada.  Una novillada que en todo momento fue a más, y nunca a menos, cosas de vital importancia en la selección del toro encastado y con poder. Y que recibieron en la mayoría de los casos, puyazos demoledores y terroríficos.

Abría cartel el navarro Francisco Expósito, y lo hizo ante el  toro más noble y manejable, del encierro, que tuvo un buen pitón izquierdo del que no supo sacarle toda la esencia. El novillo, que fue el que menos se empleó en el caballo, aunque sin volverle la cara, se le aplaudió en el arrastre, y Expósito dio una vuelta al ruedo por su cuenta, tras matar de una estocada atravesada y tres descabellos, escuchando un aviso.
Ante el imponente cuarto, que tomó una durísima vara en el primer encuentro, y otra más, Expósito careció del oficio suficiente para hacerle frente al exigente animal, que sacó todas las virtudes y defectos de la casta. Abrevió la faena tras una estocada atravesada y otra casi entera en los bajos, y saludó una cariñosa ovación que le dio el público.

Sustituía al tal "Alvarito", un madrileño de nombre Juan Miguel. Y sin duda se llevó el lote más interesante y polémico de la feria..... El 2º de la tarde, primero de su lote, fue un burraco precioso que tomó una fuerte vara dejándose pegar, y que tomaba los capotes con un viaje largo cuando le daban distancia. Extraordinario por ambos pitones, Juan Miguel demostró las carencias del no torear; quiso sin poder y puso toda la buena voluntad del mundo sin llegar a cogerle la distancia y el son al novillo. Eso sí, mató de una soberbia estocada que bien merecía por sí sola una oreja. La presidencia concedió las dos y la vuelta al ruedo al novillo, a mi juicio un tanto excesivas, tanto los dos trofeos como la vuelta al novillo.
"Desertor", 2º de la tarde, premiado con la vuelta.

Buen son, casta y nobleza derrochó "Desertor"
Ante el 5º, "Legionario" de nombre y marcado con el nº 57, permitió que le dieran dos puyazos demoledores, que el toro tomó con poder y empujando en el caballo, que bien podrían haber sido 4 o 5, si hubiera las disposición de hacer la suerte de varas en toda su plenitud. El toro fue a más durante toda la lidia, desbordando al novillero que sólo logró muletazos sueltos aprovechando el viaje, ante un toro poderoso y bravo de verdad. Volvió a matar de un estoconazo perfectamente ejecutado, y se le concedió una oreja.

Javier Marín demostró carencia de oficio, como la mayoría que no tienen oportunidades, y con el 3º, tras un puyazo terrorífico que le dio Jose Manuel Sangüesa, poco pudo hacer al romperse la pezuña derecha, debiendo cortar la faena. Hasta el momento el novillo había demostrado tener todos los alicientes para demostrar ser un gran novillo. Fue una pena.
Con el imponente 6º, Marín quiso hacer, pero sin decidirse en ningún momento a darle la distancia correcta, verle venir y hacerle todo por abajo, como pedía el novillo  y pidió toda la novillada. Novillo exigente, al que sólo le dieron un puyazo, y que indudablemente se equivocaron, puesto que el novillo hubiera admitido un segundo y probablemente un tercero. Como lo hubiese permitido toda la novillada de haberles hecho las lidias, que sin llegar a ser desastrosas, hubieran merecido y que sin duda, hubieran contribuido a que el espectáculo que ayer vivimos en Peralta, todavía habría sido de mayor importancia.

De entre los de Plata, destacar la brega de Venturita en el 1º, y un gran par al 4º de la tarde que debió saludar escuchando una atronadora ovación, con todo merecimiento. Ovación que también se había repetido el 3º y que había escuchado Pedro Cebadera tras un buen par.
Salieron a hombros, Juan Miguel  y el mayoral de la ganadería.

En mi opinión, tarde para el recuerdo en Peralta, donde se lidió una novillada brava  y encastada que no estaría demás fuese recordada con un azulejo en el patio de caballos, y otro al novillo "Legionario", nº 57, lidiado en 5º lugar por el novillero Juan Miguel, y que probablemente haya sido de el novillo más bravo que se haya lidiado en esta plaza, que incomprensiblemente no se le concedió la vuelta al ruedo.

 Al "pan, pan.... y a vino, vino"... Si hay que decirlo se dice, y no pasa nada.... Así lo vi y así os lo cuento; creo que no soy sospechoso de venderme a nadie y de decir las cosas alto y claro.... Ayer disfrutamos de una GRAN NOVILLADA.


Así embistió "Legionario" al capote de Juan Miguel

Se empleó en el caballo en dos puyazos duros

Siempre en los medios embistió humillado y con casta, y con largura por el pitón izquierdo

También por el derecho

"Legionario", un novillo para la historia de la plaza de Peralta.


2 comentarios:

  1. Muchas gracias, Jesús, el has narrado tan bien, que al final, como si hubiese asistido. Enhorabuena !!! Cebadera es Muuuy amigo nuestro.

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